"Guijarro y estrella: imágenes absurdas. Pero el comercio íntimo con los cantos rodados acerca a veces a un pasaje; entre la mano y el guijarro vibra un acorde
fuera del tiempo."
Vibra un acorde fuera del tiempo...
Llueve,
y los zapatos mojados me recuerdan
una mañana de domingo y una librería.
También llovía cuando entre las estanterías
el corazón me latía tanto
como para parecer pasos en la escalera.
También llovía cuando buscabamos
una mesa en la que sentarnos,
un café que nos sirviese de coartada.
Y llovía al despedirnos,
con dos besos de esos
que apenas rozan los labios,
provocando el vértigo
de las cosas que no fueron
pero que acabaron pasando.
Y con la lluvía se mezclo
un beso al aire
que según dijiste tiempo después
fue lo que te hizo saber
que era yo
a quien estabas esperando.
