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"—Mi vida —dijo la Maga—. Ni borracha la contaría. Y no me va a entender
mejor porque le cuente mi infancia, por ejemplo. No tuve infancia, además."



No tuve infancia además...
o si la tuve decidí olvidarla
con las prisas por hacerme mayor
cuando esa parecía la mejor opción...

Ahora, con la sensación de que una pieza no encaja,
me pregunto si no se perdió algo con las prisas,
si no nos saltamos un paso
cuando empezamos a pintarnos los ojos
o cuando empezamos a fumar a escondidas.

Rebusco en los recuerdos de esa infancia
de la que había que salir corriendo,
con los primeros tequieros dichos casi por compromiso;
con los primeros dolores abstractos
para los que mamá no tenía cura.

Y sigo pensando que algo se quedó en algún sitio,
que algunos pasos no se dieron
y que otros se dieron repetidos...


y nadie entenderá mejor a nadie por mucho que nos contemos infancias...
al fin y al cabo, toda memoria, en cierto sentido, es inventada.